PONENCIA INTERNACIONAL
Título: Teoría del Simbionte Social: Una propuesta para reconfigurar la vida, la política y la educación desde la interdependencia radical
Autor: César Augusto Cortés Arias
Lugar de presentación: Congreso Mundial de Sociología, Cumbre Mundial de Educación, Foro Internacional sobre Epistemologías del Sur.
Introducción
Honorables colegas, pensadoras, pensadores, caminantes del pensamiento vivo. Comparezco hoy no para repetir las categorías del siglo XX, ni para reiterar las lógicas agotadas de la sociología moderna, sino para proponer una nueva teoría social que nace desde los márgenes del mundo, desde una geografía herida pero vital, desde una frontera viva como lo es el oriente colombiano: la Teoría del Simbionte Social (TSS).
La TSS nace como un intento de pensar la sociedad no desde el individuo aislado, ni desde las estructuras deterministas, sino desde la red simbiótica de vínculos vivos que hacen posible la existencia. Esta teoría parte de una ontología radicalmente relacional y propone una nueva forma de concebir al ser humano, la educación, el poder, el conflicto y la vida misma. No es una moda, no es una metáfora poética: es un giro epistémico necesario ante el colapso de los paradigmas modernos.
Fundamento de la teoría: la interdependencia como base de lo social
La Teoría del Simbionte Social parte de un principio ontológico: el ser no existe fuera de la relación. Somos nodos de una red viva. La modernidad quiso hacernos creer que la autonomía era el ideal supremo, pero hoy sabemos que esa idea nos ha llevado al colapso ecológico, al aislamiento emocional, a la fragmentación del saber, a la soledad estructural.
La TSS no dice que la sociedad esté compuesta por individuos ni que las estructuras lo determinan todo. Sostiene que la sociedad es un ensamblaje simbiótico de relaciones conflictivas, históricas, dinámicas y encarnadas. El sujeto no es una sustancia, es una configuración relacional siempre abierta, siempre en disputa.
Diferencias con las teorías clásicas
La TSS dialoga con el marxismo, pero no reduce la vida al trabajo ni a la lucha de clases. Dialoga con la sociología relacional, pero va más allá al incluir ecosistemas, cuerpos, afectos, memorias, tecnologías. Dialoga con la teoría crítica, pero no se limita a la denuncia: propone una ética de la recomposición. Dialoga con las epistemologías del Sur, pero articula una metodología simbiótica de investigación, aprendizaje y transformación.
La TSS no repite: reconecta. No se atrinchera en el lenguaje académico. Se abre a lo vivo, lo encarnado, lo pedagógico.
Postulados centrales de la TSS
La sociedad es una red simbiótica de relaciones dinámicas, materiales y simbólicas.
El sujeto no precede al vínculo: es constituido por la interdependencia.
El poder es una propiedad emergente de los ensamblajes simbióticos.
El conflicto es constitutivo, no una anomalía. La simbiosis no es armonía: es tensión creativa.
Toda forma social implica ecologías del cuidado, de la reproducción y de la memoria.
La educación simbiótica es la base para recomponer lo social: formar para el vínculo, no para la competencia.
Aplicaciones de la teoría
En educación: se propone una pedagogía simbiótica que reemplaza la fragmentación por proyectos colectivos, la evaluación por acompañamiento, la pasividad por co-creación.
En política: se reemplaza la idea de ciudadanía como individuo con derechos por nodos en interdependencia activa.
En economía: se denuncia el simbionte parasitario del capital que destruye sus propios cuerpos huésped: la Tierra, las comunidades, los afectos.
En ecología: se articula una justicia simbiótica que va más allá del ambientalismo clásico: no se trata de salvar la naturaleza, sino de re-tejer la vida desde la reciprocidad.
Por qué no nació antes esta teoría
Porque el pensamiento moderno negaba la interdependencia. Porque los saberes simbióticos fueron invisibilizados por la colonialidad. Porque las ciencias sociales se dividieron en estructuras e individuos, sin mirar los vínculos vivos. Porque los márgenes —como el Vichada, la Amazonía, el Orinoco— no habían tenido micrófono. Porque aún no habíamos tocado el fondo del colapso para darnos cuenta que sólo desde el cuidado simbiótico podremos sostener la vida.
Hoy esta teoría nace porque es urgente. Porque la soledad nos enferma. Porque la Tierra sangra. Porque las instituciones se deshacen. Porque las relaciones se han vuelto tóxicas. Y porque el tejido simbiótico es nuestra única posibilidad de recomposición.
Propuesta concreta a esta comunidad internacional
Iniciar una red internacional de investigación simbiótica, con experiencias educativas, políticas, comunitarias y ecológicas que apliquen la TSS.
Desarrollar un Índice de Simbiosis Social, para evaluar relaciones saludables o tóxicas en una comunidad, escuela, territorio o institución.
Crear un manifiesto pedagógico simbiótico firmado por educadores del mundo.
Fundar una Universidad Simbiótica, basada en el aprendizaje situado, la transdisciplinariedad, la ecología profunda y la justicia epistémica.
Cierre
Queridas y queridos colegas, el siglo XXI no necesita más teorías del control. Necesita teorías del vínculo, del cuidado, del nosotros. Necesita una sociología que vuelva a escuchar, a cuidar, a tocar, a habitar. La Teoría del Simbionte Social no es una conclusión. Es un punto de partida. No es un dogma. Es una invitación a recomponer el mundo desde las relaciones que lo sostienen.
Porque el futuro no será individual ni estructural: será simbiótico o no será.
Gracias por escuchar.
César Augusto Cortés Arias
Puerto Carreño, Vichada — Colombia
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